EL MUNDO DE
LAS PIELES

HISTORIA DE LAS PIELES

Los hombres primitivos que vivieron en la última glaciación hace unos 500.000 años, fueron los primeros humanos que llegaron a usar las pieles de los animales que cazaban para proteger sus cuerpos. Así ya entonces, como en la actualidad, la piel era un subproducto del proceso de obtención de alimento, se cazaba el animal y una vez ingerida su carne, limpiaban su piel y la utilizaban para abrigarse.

Estas pieles no se trataban por lo que se producía una rápida descomposición de las mismas, desprendiendo malos olores, incluso creando infecciones. Es por ellos que comenzaron a curtirse las pieles, inicialmente con cenizas disueltas en agua, en la que introducían las pieles durante semanas. La piel una vez limpia era trabajada batiéndola con palos consiguiendo así un tacto más suave.

En la edad media la piel mostró un continuo aumento de consumo, por lo que se crean gremios de profesionales de la piel. La curtición de la piel es una profesión que persiste en la actualidad y es por ello que las zonas donde surgieron los primeros gremios de curtidores, siguen persistiendo en la actualidad.

Llegamos al siglo XIX donde se revoluciona el sector de las pieles, hasta este momento un proceso artesanal, pero que la llegada de la curtición al cromo remodela toda esta industria. La curtición al cromo se llevaba a cabo mediante un proceso que utilizaba sales minerales en el mismo.

Hoy por hoy, en la actualidad, la piel de Mariano Farrugia, fabricada íntegramente en Italia, sigue unos procesos de elaboración y curtición cada vez más eficientes y más amigables con el medioambiente, mediante procesos ecológicos, con aguas depuradas, y electricidad procedente de fuentes renovables. Es un subproducto de la industria cárnica que se asocia a contextos de alto diseño. Su durabilidad, su tacto y sus propiedades, además de la variedad de colores y terminaciones existentes, hacen que la piel sea cada vez más apreciada por los consumidores.

En definitiva, la piel tiene los atributos de un producto único, que siempre se ha valorado a través de los siglos, bien por ser un material preciado para abrigarse o porque se ha asociado a entornos de poder, distinción y lujo.

Desde 1990

Mariano Farrugia comienza su andadura con la fabricación y distribución de pieles para tapicería y decoración. Desde los comienzos, se ha trabajado también con tejidos para tapicería, pero con el paso del tiempo, el esfuerzo se ha ido centrando más en la piel. La principal aportación al sector de la piel ha sido el desarrollo de una espectacular gama de colorido. “Cuando comenzamos en el mundo de la piel, el colorido que se conocía se limitaba a cuatro colores clásicos. Pensamos que había mucho por hacer y que podíamos dar un giro a la escasa oferta existente”. Es indudable que, en este sentido, ha influido el conocimiento del sector textil de los fundadores de la empresa.

Aprovechando las crisis en el mundo del sofá, Mariano Farrugia abre nuevos campos de mercado. Es entonces cuando comienza la andadura con Soffitti y, con ello, la incursión en el contract. Hoy en día, la empresa ofrece una extensa gama de productos para el descanso: textil, mecanismos, convertibles...

En el año 2003 se desarrolla un abanico de atractivos colores, que generó nuevas opciones estéticas a un artículo tan fantástico como la piel. La primera aportación a esta revolución vino de la mano de un artículo que incorporaba 60 colores, y desde ese momento se ha seguido avanzando en esta dirección. Actualmente, Mariano Farrugia cuenta con un extenso catálogo de colecciones de piel, algunas de ellas con más de 100 colores, y la empresa sigue apostando por aportar artículos diferentes al mercado.

Actualidad

Los procesos básicos han cambiado poco desde hace unos 200 años; la revolución industrial hizo reemplazar el trabajo manual por el de las máquinas, proceso que se ha visto unido al desarrollo de las nuevas energías y a la mejora de la precisión en las máquinas. El desarrollo de la química hizo aparecer multitud de nuevas sustancias para el curtido de las pieles: depiladores químicos, taninos sintéticos, aceites, pigmentos, colorantes, ligantes, lacas, modificadores de tacto, etc. Todos ellos han mejorado las calidades de la piel curtida para el uso al que se destinan. Además se trabaja en mejorar los procesos industriales de depuración de las aguas residuales que se generan en el proceso de curtición, consiguiendo con ello un mejor aprovechamiento de un bien escaso como es el agua y haciendo un desarrollo sostenible con el medio ambiente.

En la actualidad son los diseñadores europeos de muebles tapizados los que mejor conocen y aprovechan el uso de la piel, ya que han sabido captar la esencia de su excepcional fuerza, su durabilidad, la facilidad de tomar el color adecuado a cada ambiente, su maravilloso y confortable tacto, además de su adaptabilidad a los distintos estilos formales.
En este punto conviene comentar que la tapicería en piel avanza y ocupa lugares dentro de los hogares que habían estado reservados a otros materiales, así puede verse el uso de la piel en revestimiento de paredes, en suelos y en elementos constructivos como las escaleras. La piel es un material que con los años madura, ya que se revaloriza y mejora. Es un material versátil que si se sabe trabajar, se adapta perfectamente a las curvas, ángulos, estructuras y rellenos (problemas habituales en el diseño del mueble tapizado).

Algo muy importante que debemos de tener en cuenta es saber que la piel es un subproducto de la industria cárnica y que de no usarla se tendría que desechar, teniendo que incinerarla, con la contaminación que esto supondría; además es un producto natural y biodegradable, frente a otras alternativas sintéticas que proceden del petróleo y que no son biodegradables.

curtición Mariano Farrugia

LA CURTICIÓN

En la actualidad, el proceso de curtición es un proceso muy complejo, donde cada producto utiliza su técnica. Puede definirse en los siguientes procesos:

Las pieles, que llegan de todas las partes del mundo, son un subproducto de la industria alimentaria.

  • Recepción de las pieles en crudo: Las pieles llegan a la curtiduría después de haber sido tratadas con sal para preservarlas de la acción de distintas bacterias.
  • Desalado: La primera operación es la de quitar la sal a las pieles para evitar que se disperse en el ambiente.
  • Encalado: Las pieles se sumergen en cal, cuya acción disuelve químicamente el pelo, quita las proteínas no deseadas y abre las fibras de la piel.
  • Refilado: Los trabajadores cortan y eliminan todas las partes inutilizables de la piel bruta.
  • Dividido: En esta fase la piel todavía tiene un espesor bastante elevado y es necesario cortarla en horizontal en dos capas.
  • Curtición: Las pieles se introducen en un contenedor o bombo de madera que gira.
  • Prensado: Las pieles pasan por una máquina dotada de dos grandes rodillos que estrujan la piel, eliminando el exceso de líquido. Llegados a este punto estamos preparados para seleccionar y clasificar las pieles ahora llamadas WET BLUE.
  • Rasado: Una vez seleccionadas las pieles se llevan al proceso donde se consigue que la piel tenga un espesor uniforme.

    Las pieles después vuelven a ser curtidas, es decir, reciben una curtición posterior que mejora la calidad.

  • Tintado: La piel se tiñe para obtener un color uniforme.
  • Engrasado: Dota a la piel de una suavidad permanente, elasticidad y resistencia a la flexión.
  • Escurrido: Hay diversos sistemas para secar las pieles, como el de la “mesa a vento”, que permite eliminar el agua en exceso y las arrugas de la piel.
  • Secado al vacío: Para obtener el secado completo de las pieles. Otros métodos de secado son el “pinzado” o el “secado en cadena”.
  • Golpeado: La piel se golpea rápidamente con travesaños de acero recubiertos por una vaina de goma para hacerla más blanda y abrirla.

    En la flor de algunas pieles encontramos marcas naturales; gracias a la aplicación del estuco, conseguimos cubrir las imperfecciones.

  • Refinición: Uno de los medios más utilizados para aplicarla es mediante el ”pulverizado giratorio”. Distintas pistolas giran continuamente sobre la piel, rociando la pintura.
  • El abatanado: Es el proceso para restablecer la suavidad original.

Tipos de piel

PIEL PLENA FLOR

Son pieles que mantienen todo el grano y poro originales de la piel. Normalmente son pieles que proceden de animales que han vivido en granjas, generalmente ganado originario de Europa. Son pieles muy limpias, exentas de la huella de parásitos y picaduras de insectos, normalmente son tratadas con anilinas, en consecuencia el producto final es muy natural y confortable. Este tipo de piel transpira, se aclimata a la temperatura del ambiente y a la temperatura corporal y además, tiene un envejecimiento natural. A estas pieles se les ha dado un tratamiento a base de ceras y productos naturales para conseguir la mano y el tacto característicos.

PIEL FLOR LIGERAMENTE PIGMENTADA

Son pieles acabadas en las que superficialmente se aprecian restos del poro de la piel. Normalmente proceden de animales de origen extra europeo que viven en condiciones de libertad o estado bravo y en condiciones climáticas extremas. Se trata de pieles con más marcas naturales causadas por el proceso vital del animal, esta característica, lejos de ser un detalle que rebaje la calidad de la piel, le confiere un sello de autenticidad. Hay que tener en cuenta que es inevitable que un animal vivo en condiciones de libertad no se arañe ni que los insectos y organismos microscópicos le ataquen.
En el proceso de fabricación de este tipo de piel se procede a lijar ligeramente la superficie con la finalidad de igualarla, y así, disimular las marcas más evidentes que son naturales en la piel, se les iguala el grano, se les aplica un color pigmentado y se les da un tratamiento de acabado sintético a base de lacas, que le confiere el tacto característico y que protege al material frente al exterior.

PIEL FLOR PIGMENTADA

Es una piel en la que no se aprecian los poros característicos. Se trata de una piel natural sometida a complejos procesos de fabricación, así la capa exterior se ve sometida a un fuerte tratamiento superficial (lijado) que consigue igualar la textura y elimina casi todas las marcas superficiales naturales de la piel, manteniendo totalmente características físicas como la resistencia. Se les da un color pigmentado, se les aplica un tratamiento de igualación del grano y se les da un acabado sintético a base de lacas que le confiere el tacto característico y que además, protege el material. En esta piel se obtiene un tono de color uniforme y una textura muy igualada, además, es muy resistente frente a roces, en contra, este tipo de piel pierde su naturalidad y no transpira.

SERRAJE

El serraje es un subproducto de la fabricación de la piel que se obtiene en el proceso de aserrado, lo forma la capa inferior hasta la capa terminal situada justo antes de la carne, y formada por fibras menos compactas. Este material presenta resistencias mecánicas inferiores a cualquier piel auténtica. Al serraje se le da un tratamiento superficial de acabado a base de productos sintéticos que le confieren mayor resistencia.

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